domingo, 15 de julio de 2012
Dragones y criaturas fantásticas: Melusina
Melusina es uno de los personajes más importantes del imaginario colectivo de la Europa medieval (especialmente en la mitología celta y de los países bajos); representada generalmente como una mujer en apariencia que se convierte en serpiente o en pez los sábados como un hechizo impuesto por su madre Presina; esto nos hace pensar que podría ser tanto un dragón, como una sirena , aunque también algunas historias nos la refieren como un hada nacida en un pasado remoto.
A pesar de que son muchas las leyendas Europeas que nos hablan de Melusina, es entre los años 1382-1394 que Jean D’Arras escribió La noble historia de Lusignan y la representó como la mujer-dragón que protege el castillo de Lusignan.
Dragones y otras criaturas fantásticas: Nu-Kua
En la mitología china, Nu-Kua y su esposo Fu-hsi, son conocidos como “los padres del género humano”, ya que se les considera los ancestros de éste. Se los suele representar con cuerpo humano y cola de serpiente o dragón, porque supuestamente fue con esa forma como tallaron los ríos del mundo y los desecaron tras las inundaciones.
Se la suele representar como una mujer con la mitad posterior de dragón, y otras como una mujer con la mitad posterior del cuerpo de serpiente, mientras que en algunas otras como una emperatriz vestida con una fina túnica.
Dragones y otras criaturas fantásticas: Ouroboros
El Ouroboros es un símbolo que muestra a un animal serpentiforme, engullendo su propia cola, conformando con su cuerpo una forma circular. El uróboros simboliza el esfuerzo eterno, la lucha eterna, o el esfuerzo inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar a pesar de las acciones para impedirlo.
El Ourboros es un concepto empleado en diversas culturas a lo largo de al menos los últimos 3.000 años. Generalmente se representa como un dragón con su cola en la boca, devorándose a sí mismo. Representa la naturaleza cíclica de las cosas, el eterno retorno y otros conceptos percibidos como ciclos que comienzan de nuevo en cuanto concluyen. En un sentido más general simboliza el tiempo y la continuidad de la vida. Se usa como representación del renacimiento de las cosas que nunca desaparecen, solo cambian eternamente.
Dragones y criaturas fantásticas: La Velluda
La Velluda es un supuesto dragón o criatura mítica que aterrorizó La Ferté-Bernard, Francia, en la época medieval. Se dice que vivía en las proximidades del río Huisine. Depende de las fuentes, se la describe con un cuerpo similar al de un puercoespín pero del tamaño de un toro, cubierto por una especie de pelambrera verdosa y con púas venenosas afiladas como dagas que podía erizar a voluntad. Su cuello era largo, y sus patas como de tortuga.
Después de aterrorizar la zona destruyendo campos con su aliento y devorando ganado y personas, finalmente fue vencida tras arrebatarle la vida a la prometida de un hombre. Éste siguió su rastro hasta que dio con ella, matándola en el acto al cortarle la cola en la refriega, que resultó ser su único punto débil.
Dragones y criaturas fantásticas: El Dragón de la Cólquida
En el la leyenda de los Argonautas, Jasón anhela hacerse con el fabuloso Vellocino de Oro de la Cólquida, que está protegido por un dragón. Medea, amante de Jasón y hechicera, consigue dormirlo, y así Jasón consigue robarlo.
Dragones y criaturas fantásticas: El Dragón de Rustam
De todos los héroes persas, el más famoso fue Rustam. Cuenta la leyenda, que su fiel caballo Rakhsh le avisó con un relincho del inminente ataque de un dragón mientras éste dormía, gracias a lo cual pudo clavarle su espada en el último momento.
Dragones y criaturas fantásticas: El Dragón de Rodas
En la mitología griega, Forbas era uno de los lápitas, hijo del helíada Triopas, rey de Tesalia, e Hiscila. Ayudó al rey de Élide, Aléctor, en su lucha contra Pélope. Una tormenta le hizo arribar a Rodas, la tierra de sus antepasados, cuando la isla sufría de una terrible plaga de serpientes, hasta el punto de que habían cambiado su nombre por el de Ofiusa (del griego, serpiente). Nada más llegar, Forbas las aniquiló a todas, y sobre todo a un monstruoso dragón que había matado a muchas personas. Por esta hazaña, y por ser muy querido por Apolo, fue inmortalizado en las estrellas formando la constelación de Ofiuco con el dragón que había matado (Serpentaria).
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